Para que se establezcan nuevos hábitos de higiene bucal, con el objetivo de atender a las necesidades individuales del control de la placa bacteriana, es fundamental que el niño y el entorno familiar sean educados para la salud. Solo a través de la educación para la salud tendremos un paciente bien motivado, informado y bien entrenado. Es a través de la educación para la salud que el dentista puede despertar en su paciente el interés de promover y mantener la salud, para a continuación dar las pistas de como lograr este objetivo.
Dentro de este contexto, existen algunos pilares importantes en el proceso educativo del niño y sus padres, que sirven para alcanzar el éxito esperado:
a) Motivación - Determinar las necesidades
La motivación es la fuerza propulsora de nuestros actos. La forma mas eficaz para alcanzarla, es a través de un sentimiento de adquirir mayor responsabilidad y también la idea de que nuestras acciones son gobernadas por las necesidades que creemos tener. Conforme a la pirámide de Maslow, las necesidades del ser humano están jerarquizadas, siendo las mas importantes las fisiológicas y las menos prioritarias las de actividades (donde se clasifica la necesidad de cepillarse los dientes). Por lo tanto, es importante estar consciente de que intrínsicamente, lo que estamos solicitando no se encuentra dentro de nuestras necesidades mas importantes, de ahí la importancia de la motivación.
Para esto, un primer paso es que el paciente sea informado y tome conciencia de su real estado de salud bucal. El diagnostico preciso, con la participación de nuestro paciente es fundamental para que él se Sienta partícipe de la solución de sus problemas bucales.
El segundo paso es el registro de su historia personal, la que debe contener no solo información pertinente, hábitos de higiene oral, uso de flúor, etc., como también la actitud que el niño y su mamá tiene en relación al tratamiento odontológico y cuales son sus expectativas. El diagnostico nos cuenta cual es la situación pero la historia nos muestra el por que determinada situación se instalo Una buena estrategia para la primera visita del niño y su mama o adulto que lo acompaña, es dejarlos hablar al menos un 70% del tiempo (a no ser que venga por una atención de urgencia). El conocimiento mas acabado del paciente nos permite aproximarnos mejor de las necesidades del mismo.
Al pasar esta regla de oro por alto, se inviabiliza nuestra motivación y como consecuencia las probabilidades de fracaso en nuestro programa de higiene bucal es alta
b) Información
Una vez que el niño se encuentra motivado para aprender mas sobre la etiología, patogenia y control de las enfermedades dentarias, el profesional debe iniciar un proceso de información, que debe ser breve, y preferentemente diluida en mas de una sesión. Otra regla importante para el éxito de nuestro programa es que la información debe ser entregada en la medida que la curiosidad e interés se van desarrollando. Dentro de este contexto, es del caso señalar que debe existir un especial cuidado en el tipo de vocabulario utilizado, adaptándolo a la edad y grado de educacional del paciente y sus padres.
c) El niño como agente de diagnóstico
Considerando como punto de partida la motivación y la adquisición de conocimiento por parte del niño y sus padres, ahora hay que permitir una participación activa del niño en su tratamiento. Por ejemplo, el uso de un espejo de aumento con una buena luz y el uso de revelador de placa bacteriana, solicitando al niño para que indique las zonas donde el observa que se encuentra una mayor cantidad de placa bacteriana, donde hay caries y donde la encía se encuentra enferma. Con esta información es posible capacitar al paciente para que determine cuales son las áreas prioritarias en el control de la placa bacteriana.
d) Instrucción de Higiene bucal
El niño esta apto ahora para determinar, en conjunto con el dentista, no solo la secuencia de cepillado, sino también la frecuencia y los medios a través de los cuales se puede remover esta placa. Es de gran valor motivacional para el paciente, poder sentir los resultados de su esfuerzo en un breve espacio de tiempo. La confección de un mapa simple de la boca, donde se vaya marcando la localización de la placa bacteriana, las caries y gingivitis, puede ser de gran ayuda para que pueda visualizar mas fácilmente los resultados de sus esfuerzos en la limpieza.
Es importante no exigir demasiado del niño en el primer periodo de entrenamiento en la higiene bucal, enfatizando y concentrando los esfuerzos en aquellas áreas de mayor riesgo de enfermar.
De esta forma, el niño tendrá mayor posibilidad de identificar resultados positivos de sus esfuerzos. Es imprescindible dejar de lado una posición autoritaria o de quien solo esta prescribiendo una técnica, y asumir una actitud de apoyo.
De esta forma, el niño tendrá mayor posibilidad de identificar resultados positivos de sus esfuerzos. Es imprescindible dejar de lado una posición autoritaria o de quien solo esta prescribiendo una técnica, y asumir una actitud de apoyo.
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